Los dientes son una parte muy importante para el perro. Gracias a ellos puede comer sin problemas, pero a menudo nos olvidamos de lo importante que es cuidar de su higiene, lo cual hace que con el paso de los años se forme sarro que tarde o temprano acabará causando alguna enfermedad buco-dental.
¿Hay alguna manera de evitarlo? No al 100%, pero sí que podemos retrasar la aparición de los síntomas si descubrimos cómo lavarle los dientes a un perro, cosa que se explicará a continuación. 🙂
¿Cuándo y cómo hacerlo?
Lo ideal es empezar cuando el animal todavía es un cachorro, ya que de adulto le puede hacer sentirse muy incómodo. Se lo cepillamos con un cepillo y una pasta de dientes específicos para perros que se pueden encontrar en tiendas de animales (nunca usar los que son para humanos) como mínimo una vez al día, después de la última comida. La manera de proceder es la siguiente:
- Pondremos un poco de pasta dentífrica en el cepillo y se lo enseñaremos al perro.
- Después, le abrimos la boca suavemente y le empezamos a cepillar los dientes de un lado y después del otro, haciendo círculos, mientras que observamos en todo momento su comportamiento por si se empezara a sentir incómodo.
- Por último, y siempre que esté tranquilo, le cepillaremos los de delante con suavidad.
Durante las primeras veces es normal que no le guste demasiado. Por este motivo es muy importante que si vemos que irrita, gruñe, gira la cabeza en señal de protesta o, en definitiva, si no quiere que lo cepillemos más, dejemos de hacerlo y lo intentemos al día siguiente.
No hay que dejarle nunca con un ”mal sabor de boca”; es decir, no tiene que ser una mala experiencia para él puesto que hay que cepillárselos todos los días. Por eso, tras cada cepillado, aunque no se haya podido acabar, es aconsejable hacer o darle algo que le guste como una golosina, una sesión de juegos o salir a dar una vuelta.
¿Existen otras formas de limpiar los dientes del perro sin cepillo?
Sí, por supuesto, pero ya adelanto que no serán tan efectivas como un cepillo, que es un accesorio con el que podremos quitarle buena parte de la suciedad que se va acumulando en su boca. Por este motivo, es muy aconsejable combinar el cepillo con cualquiera de estas otras formas de limpieza dental para conseguir un resultado casi perfecto:
Huesos
- Naturales: tienen muy mala fama por el error que a menudo se comete que es dárselos cocinados. NUNCA (y, de verdad, nunca es nunca) hay que dárselos habiéndolos pasados por la olla. Es MUY peligroso ya que se pueden astillar y perforar órganos internos. Pero darles huesos naturales crudos de un tamaño proporcional al de la boca del animal es una manera muy útil de conseguir que no solo disfrute, sino de que también sus dientes estén sanos. Eso sí, no hay que abusar: uno, o dos si es un perro grande al día es más que suficiente; más podría causarle estreñimiento.
- Prensados: están hechos de cuero y son 100% comestibles, ideales para perros de más de 6 meses de edad.
Juguetes dentales
Pueden ser de caucho, de cuerda o mixtos. Son muy interesantes ya que limpian los dientes del perro al mismo tiempo que lo mantienen entretenido. Es más, hay algunos a los que se les pueden introducir premios, que con los juguetes tipo Kong. Podemos conseguirlos en cualquier tienda de productos para animales, sea física u online.
Y tú, ¿cómo limpias los dientes a tu perro? Espero que estos consejos te permitan disfrutar de su maravillosa sonrisa. 🙂
El artículo Cómo lavarle los dientes a un perro ha sido originalmente publicado en Mundo Perros.