El leonberger es una de las razas caninas de mayor tamaño, llegando a pesar entre 45 y 78 kg. Musculoso y fuerte, posee una densa capa de pelaje que le protege frente a las bajas temperaturas. Aunque su aspecto sea imponente a primera vista, es un perro tranquilo y pacífico, generalmente sociable y muy inteligente. Te contamos todo lo que debes saber sobre el mismo.
Historia de la raza
Su origen es algo incierto. Su nacimiento se sitúa a finales del siglo XVIII, y se cree que era usado tanto como perro protector como animal de compañía. Una de las teorías más aceptadas es la que dice que proviene de la ciudad alemana Leonberg, siendo descendiente directo del dogo del Tíbet y cruzado posteriormente con el San Bernardo y el terranova. Según otra hipótesis, su ciudad natal es la de Löwenberg, en Suiza.
En realidad, la raza fue oficialmente establecida en 1846 en Leonberg . El criador Heinrich Essig fue el artífice de todo esto. Se cree que comenzó cruzando una hembra de terranova de color blanco y negro con un San Bernardo llamado Barry. Aunque algunos afirman que también utilizó la raza perro de montaña de los Pirineos o Gran Pirineo.
El objetivo de Essig era obtener un perro de aspecto similar al león, algo que queda patente en la extensa melena de esta raza. El Leonberger acabaría convirtiéndose en un perro de prestigio, siendo la mascota de personalidades de alta sociedad. La raza casi desaparece como consecuencia de las dos guerras mundiales, pero sobrevivió gracias al esfuerzo de algunos criadores.
Carácter
El leonberger es tranquilo, fiel, dócil y protector con los suyos. Su gran inteligencia facilita su proceso de adiestramiento, pues aprende rápidamente las órdenes básicas. De carácter familiar, es paciente con los niños, aunque desconfiado con los extraños. Raramente presenta problemas de agresividad.
Es muy curioso. Le encanta el ejercicio al aire libre y disfruta olfateando cada rincón. Le gusta jugar y suele presentar una actitud correcta ante otros animales, aunque puede ser algo tímido. Por ello es importante que le animemos a socializar con los demás.
Destaca su amor al agua. Es un experto nadador, en parte gracias a las membranas interdigitales que posee entre los dedos. Esto, unido a su enorme fuerza, hace que muchas veces sea usado como perro socorrista. Además, su fuerte confianza en sí mismo le ayuda a mantener la calma en todas las situaciones, por lo que es perfecto como animal de salvamento.
Cuidados
Aunque generalmente es tranquilo, el leonberger necesita hacer ejercicio frecuentemente para mantener su potente musculatura en buen estado. Lo ideal son tres paseos diarios de aproximadamente media hora; si podemos dejar que corra dentro de un recinto cerrado y limpio, mejor.
Además, su denso y largo pelaje requiere cepillados regulares, especialmente durante la época de muda. Sin olvidar la supervisión diaria de sus oídos, que tienden a padecer infecciones.
Por otro lado, necesita una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y nutrientes. Debe comer un pienso especial para razas grandes en las dosis adecuadas a su tamaño, pero hay que tener especial cuidado al medirlas, ya que esta raza tiende a sufrir obesidad.
Salud
En cuanto a su salud, al igual que otras razas grandes muestra una mayor predisposición a sufrir torsión de estómago y displasia de cadera. Dadas sus características físicas, también puede presentar infecciones de oído y cataratas.
Asimismo, el leonberger es propenso al hipotiroidismo, aunque esto depende en gran parte de la calidad de vida que ofrezcamos al perro. También presenta un mayor riesgo que otras razas a sufrir atrofia progresiva de la retina, entropión y cataratas. Las revisiones veterinarias frecuentes son esenciales para prevenir todos estos problemas.
El artículo Leonberger: características y cuidados ha sido originalmente publicado en Mundo Perros.