Dos hombres caminan más de 12 horas para rescatar a un perrito gravemente herido por una trampa


Es inimaginable las veces que los animales quedan atrapados en trampas, algunas de las veces, muchos corren con suerte y pueden salir de ellas, pero después de esto son pocas las esperanzas de vida que tienen.

Esta es la historia del rescate de Sandy, un perrito que después de ser liberado de una trampa, esperó por un rescate que parecía ser una misión imposible.

Todo empezó al Norte de Taiwán, en el Parque Nacional Taroko, en dónde una mujer tomó una foto de un perrito que había visto en un paseo de excursionismo, pero horas después lo consiguió herido de ambas piernas delanteras por estar previamente atrapado en una trampa.

Más tarde, la mujer se puso en contacto con Sean McCormack, un rescatista de perros, al cual le explicó la situación y pidió su pronta ayuda para Sandy. McCormack nunca habría pensado que haría un viaje de excursionismo, ni por diversión.

Ese mismo día, McCormack se puso en contacto con Ross Tweedie, copropietario de una empresa de turismo de aventura llamada Taiwan Adventures, encargada de hacer las excursiones en la isla. Cuando se encontraron, Ross le explicó a Sean que sería un viaje de trekking de 12 horas, 6 horas para ir y otras 6 horas más para regresar, siempre y cuando llevaran buen ritmo, pero le advirtió que no sería fácil.

“Es una caminata brutal”, comentó Tweedie. “No es para principiantes, y Sean estaba en esa categoría. Él me dijo que no había hecho algo así antes”, añadió.

Pero a pesar del desafío que mostraba el recorrido, Sean estaba decidido a salvarle la vida a Sandy. Muchas veces quisieron rendirse debido a la dificultad del camino, pero estaban dispuestos a hacerlo todo por salvar una vida. Después de 6 horas de intensa caminata, llegaron a la aldea donde se encontraba Sandy en mal estado, y un poco cabizbajo.

“Él vino y puso su cabeza en mi regazo, y solo vino como si buscara un abrazo”, agregó McCormack.

Una vez que le vendaron las patitas a Sandy, los hombres prosiguieron a ponerlo dentro de un bolso de excursionismo para cargarlo durante todo el camino de regreso, y que así pudiera recibir un servicio veterinario de emergencia que tanto necesitaba.

El camino de regreso fue tranquilo y esperanzador, puesto que lo peor ya había pasado, rescataron a Sandy y solo esperaban por llegar a la civilización y estabilizar su estado de salud.

“Ella no hizo ni un sonido”, comenta Tweedie. “No ladró, no se quejó, ni siquiera lloró. Fue todo un ángel”, dice contento.

Al llegar a la ciudad, McCormack llevó a Sandy a un veterinario en donde le amputaron sus patitas delanteras. La perrita debe permanecer en observación en el veterinario para que sane correctamente.

Seán McCormack

Se espera que Sandy mejore lo más pronto posible y pueda utilizar prótesis que la ayude a caminar con normalidad. Un aplauso para Sean y Ross que fueron capaces de salvar la vida de una criatura que merecía una segunda oportunidad.

¡Comparte esta increíble travesía para salvar a Sandy con tus amigos!