Los parásitos externos pueden llegar a ser muy molestos para nuestros queridos gatos. Aunque todos conocemos a las garrapatas y a las pulgas, de los piojos tampoco podemos olvidarnos. Y es que, si bien no se multiplican con la misma rapidez como aquellas, les causan problemas también.
Por eso, te voy a contar todo sobre los piojos en gatos para que, de esta manera, sepas qué hacer para prevenirlos.
¿Cómo son los piojos que afectan a los gatos?
Los piojos son insectos ápteros que miden unos pocos milímetros y que no poseen alas ni la capacidad para saltar. Son de color oscuro y viven permanentemente en el cuerpo del animal. La especie que afecta a los felinos -incluyendo a los gatos- es la Felicola subrostratus, la cual parece tener predilección por los gatos jóvenes en desarrollo y por los mayores que han dejado de asearse. Ahora bien, un gato adulto que esté enfermo o tenga las defensas bajas también puede convertirse en una víctima de estos parásitos.
Hay que tener en cuenta que estos piojos no son contagiosos a los humanos, pero si se conviven con dos o más gatos todos ellos acabarán teniendo a menos que tomemos medidas para evitarlo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son los siguientes:
- Ver a los propios parásitos
- El pelo se ve sucio y enmarañado
- Picor intenso
- Heridas infectadas o zonas de calvicie como consecuencia de los rascados y/o mordidas
¿Cómo se trata?
El mejor tratamiento será comprar una pipeta antiparasitaria que actúe contra los piojos. Esta pipeta es una especie de botellita de plástico muy ligera en cuyo interior encontraremos el líquido insecticida. Se abre y se echa el contenido en la parte posterior del cuello (por la parte que se une a la espalda), justo en el centro.
El tratamiento se lo tendremos que repetir una vez al mes o cada vez que la pipeta deje de ser eficaz. En el envase del producto nos los indicará.
Imagen – Petsonic.com
Esperamos que te haya sido de utilidad.
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