¿Una araña peluda y gigante? Es lo que se podría pensar en un primer momento al ver a la criatura extraña que encontraron en un estado crítico en la casa de un anciano enfermo de Alzheimer. Lo que descubrieron los veterinarios, los dejó muy sorprendidos, nunca habían visto nada igual.
Un hombre de avanzada edad, enfermo de Alzheimer, había sido trasladado a una residencia de ancianos, y sus dos gatos, Hidey y Siam, se habían quedado en casa, donde se movían a sus anchas. Un pariente lejano que se acordó de los animales, fue a por ellos, pero cuando llegó no se imaginaba lo que iba a encontrar…
» El aspecto del animal al llegar al veterinario©Western PA Humane Society
Mientras buscaba a los gatos, de debajo de la cama surgió una enorme bestia de pelo, que echó a correr. A pesar de que estaba asustado, Paul Russel -el pariente lejano-, decidió seguirla. Y, cuando finalmente pudo atraparla, descubrió que el animal no era más que un gato… Una gata para ser exactos.
» Tuvieron que anestesiar a la gata para rasurarla©Western PA Humane Society
900 gramos de pelo
El pelo de la gata, llamada Hidey, estaba tan enredado que formaba rastas gigantescas. Paul Russel la llevó rápidamente al refugio de animales Animal Rescue League Shelter and Wildlife Center, donde se hicieron cargo de ella: fue necesario anestesiarla para cortarle el pelo y asearla correctamente.
En total, le retiraron más de 900 gramos de pelo, que dejaron al descubierto sus curvas: la gata tenía también sobrepeso, y es posiblemente el motivo por el que se encontraba en ese estado, pues los gatos obesos tienen dificultades para asearse ellos mismos. Además, su dueño enfermo, tampoco estaba en condiciones de proporcionarle la dieta y los ejercicios que necesita un gato con obesidad.
» Este es el aspecto actual de la gatita ©Western PA Humane Society
Hidey ya ha dejado la clínica veterinaria y Paul Russel y su familia han decidido quedársela. Una vez desprovista de su exceso de pelo, ya puede hacer una vida normal al lado de los humanos.