Las hernias en perros son muy frecuentes, en la mayoría de los casos no son graves y desaparecen solas. Hay ocasiones, sin embargo, en las que no es así. Por fortuna, son fáciles de detectar pues se observan a simple vista. Si notamos que nuestra mascota tiene un bulto de le sobresale en el área del ombligo seguramente se trata de una hernia umbilical. Debido a lo común de esta condición es importante saber cómo actuar.
¿Cómo se producen las hernias?
Las hernias son producto de la salida del contenido interno de una cavidad, por lo general grasa. En casos más graves puede salir una parte del intestino e incluso órganos como el hígado. La causa suele ser debilidad o lesión de la pared en la que en un momento hubo una abertura, como el ombligo.
Durante la gestación, madre e hijo se conectan a través del cordón umbilical. De esta forma, el cachorro recibe los nutrientes necesarios para desarrollarse y los desechos van a la placenta. Después del parto, se desprende el cordón de la madre dejando una pequeña parte conectada al niño. Unos días después éste trozo se cae.
Cuando la zona en la que se encontraba el cordón umbilical cicatriza aparece el ombligo. Si este proceso de cicatrización no se lleva a cabo correctamente puede formarse una hernia umbilical. Por ese agujero puede salir una parte de los intestinos o de algún otro órgano, lo que sería muy grave. Si al cerrarse el agujero aprisiona una parte de un órgano puede cortar el flujo sanguíneo. 
Perros adultos
Los perros adultos también pueden sufrirlo, por traumatismo o por sobrepeso. En hembras embarazadas puede suceder por debilidad en la musculatura que bordea el ombligo.
El tamaño puede variar, lo que sí es común es que los bultos son suaves al tacto y lisos. En algunos casos, si presionamos hacia adentro notaremos que se introduce.
En ocasiones estas hernias se cierran antes de cumplir los seis meses. Pero lo ideal es que hasta que el cachorro llegue a esa edad lo revise un veterinario. Sobarlos o vendarles la zona puede ser más contraproducente que beneficioso.
Si el bulto es grande y por el sale una parte del intestino lo mejor es cerrarlo con cirugía para evitar que el flujo sanguíneo se corte. Cuando este es el caso hay que operar de urgencia para evitar necrosis.
Las hernias umbilicales de un perro deben ser atendidas por un veterinario desde el principio. Dependiendo de la edad del animal y la gravedad de la hernia se determinará cómo proceder.
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