Si tienes un perro como mascota, seguro que más de una vez has observado un comportamiento en el animal que a ti te parece extraño, pero que para él es completamente normal. Una de las cosas más raras que puede hacer el perro es la de comerse su propio vómito y, por increíble que parezca, tiene una explicación muy lógica.
Vómito en perros
Lo primero y más importante es saber cuál es la diferencia entre regurgitación y vómito. En la regurgitación no hay contracciones de los músculos del abdomen ni náuseas, sino que se trata de un proceso pasivo que ocurre después de comer. En el vómito, por el contrario, se produce una expulsión espasmódica y violenta del contenido del estómago.
En el vómito los alimentos están parcialmente digeridos, y suelen ir acompañados de bilis. Bien es sabido por todos que el sentido más desarrollado de los canes es el olfato, gracias al cual procesan la información del entorno, así que son capaces de detectar moléculas de alimento entre el vómito.
Por lo tanto, aunque para nosotros sea muy desagradable, para los perros es simplemente comida. Esto no es nada excepcional en el mundo animal, y ocurre en la mayor parte de los mamíferos. Cuando finaliza el periodo de lactancia para los cachorros, la madre regurgita los alimentos y se los da a las crías para que se alimenten.
Aunque desde la domesticación de los perros somos los humanos los que los alimentamos durante todas las etapas de su vida, la regurgitación es parte de su naturaleza, así que no es nada extraño observar este comportamiento.
Las razones por las que un perro vomita son muy amplias. Puede ocurrir porque come demasiado rápido o porque sufre de estrés, aunque también se puede deber a un problema de salud. Debes estar atento al estado general del animal y comprobar si actúa con normalidad y se mantiene activo. Si es así, no hay de qué preocuparse.
Ahora bien, si los vómitos se convierten en algo frecuente y notas que el perro está más cansado de lo habitual, es importante que le lleves al veterinario para que le haga un chequeo. Podría tratarse de una intolerancia alimentaria o de una gastroenteritis.
¿Se puede evitar?
Si te preguntas si existe alguna manera de que el perro se coma su propio vómito, lo único que puedes hacer es limpiarlo justo después de que ocurra. Por desgracia, en el momento en el que ocurre no puedes saber si se lo va a comer o no, así que simplemente límpialo.
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