Andrea Bock conducía por Clam Gulch, Alaska, el domingo por la mañana cuando el tráfico se detuvo.
Una mamá alce y su cría intentaban cruzar la carretera, pero la cría, exhausta, luchaba por pasar el guardarraíl. Separada de su cría, la alce se estaba poniendo nerviosa, y el tráfico se acumulaba en la concurrida carretera.
Bock estuvo sentada en su coche durante unos 20 minutos viendo cómo la cría intentaba encontrar el final del guardarraíl. «El ternero se acercaba al final de la barandilla, pero cada vez la madre lo devolvía al centro, más lejos del final», dijo Bock a The Dodo. «Creo que la razón por la que la madre seguía llevándolo de vuelta al centro era porque era la sección en la que no había coches».
Joe Tate también estaba atrapado en su coche cuando volvía a casa de una excursión de pesca con sus amigos. Él también vio cómo se desarrollaba el drama y decidió actuar para reunir a la familia.
Bock no podía creer lo que estaba viendo.
«Después de casi 30 minutos de frenéticos paseos de un lado a otro y de que la fila de tráfico creciera más y más por momentos, un caballero del carril de tráfico en dirección norte se acercó y prestó ayuda al ternero», dijo Bock. «Esperó el momento oportuno, cuando la madre estaba en el otro lado de la autopista. El tráfico le bloqueó la vista mientras él agarraba rápidamente a la cría y la colocaba sobre el guardarraíl con su madre»
Un alce estresado puede ser muy peligroso para los humanos, especialmente cuando están con sus crías. Si una madre alce se siente amenazada, puede embestir, pisar o patear para proteger a sus crías, así que es mejor mantener una distancia segura. Aunque nunca es buena idea interferir con la vida salvaje, esta situación requería una acción rápida.
Por suerte, Tate y sus amigos habían ideado un plan para distraer a la madre conduciendo un remolque delante de ella.
«En ese momento, no sabía que los amigos habían ideado un plan para bloquear la vista de la madre, así que me puse nervioso por el chico», dijo Bock. «Pensé que sólo esperaba que la madre se mantuviera fuera de la vista el tiempo suficiente para poder coger a su cría».
Cuando Tate se acercó a la cría, el animalito agradeció la ayuda. «El ternero parecía tan cansado que prácticamente caminó hacia sus brazos», dijo Bock. «Fue muy bonito».
Gracias a Tate, el ternero volvió con su madre y la pequeña familia cruzó la carretera para ponerse a salvo. «Podría haber salido mal y lo entiendo y lo sé», dijo Tate a KTUU. «Pero fue para bien y valió la pena el riesgo que corrí».
Apareció originalmente en thedodo
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