Contrario a lo que puede parecer, los gatos son excelentes comunicadores que utilizan tanto su maullido como su comportamiento para interactuar con sus tutores. Si se es un poco observador, es posible darse cuenta de que existen varias posturas corporales que delatan cómo se siente la mascota.
Por ejemplo, algunos felinos domésticos descansan con posturas específicas que repiten todos los días. Una de las más frecuentes es cuando el gato encoge sus patas mientras duerme, aunque podría parecer que tiene miedo, esto está lejos de la realidad. Sigue leyendo este espacio y descubre más sobre esta postura felina.
La importancia de las posturas en la comunicación felina
Los gatos se comunican con sus dueños a través de señales visuales, olfativas y auditivas. Sin embargo, no todas ellas son eficientes, pues el humano es un poco más receptivo a los sonidos como los maullidos y a las posturas corporales (lenguaje corporal).
Por un lado, los maullidos es un tipo de vocalización típica de los felinos domésticos que varía en su intensidad y su tonalidad. Cada pequeña diferencia en este sonido permite asociarlo a alguna necesidad específica de los gatos. Si el tutor es bastante perceptivo, podrá darse cuenta de su significado y facilitará demasiado la interacción con su mascota.
De hecho, el maullido es en realidad una característica adaptativa que han conservado los gatos para comunicarse mejor con los humanos. A pesar de que es una excelente herramienta, tiene ciertas limitaciones. Según un estudio publicado en la revista científica Animals, el humano no es particularmente hábil para extraer la información adecuada de las vocalizaciones de los felinos.
Por su parte, el lenguaje corporal utiliza las posturas y los movimientos inconscientes y conscientes para comunicar un mensaje. Este tipo de diálogo se suscita tanto en humanos como en gatos, de manera que los dos están acostumbrados a traducir el lenguaje del cuerpo. Aunque muchas veces lo hacen de manera inconsciente.
Desde este punto de vista, el lenguaje corporal de los felinos es quizá el más idóneo para comunicarse con los humanos. Aparte de que tiene una gran variedad de significados, la traducción es un proceso intuitivo para ambas especies. Por lo tanto, incluirlo en la interacción habitual es algo natural y sencillo.
Las posturas comunes del gato y su significado
Existen algunos comportamientos o posturas comunes en los gatos que revelan datos sobre su estado emocional. Es probable que te hayas encontrado con más de una y que de manera inconsciente conocieras su significado, pues a veces es sencillo intuirlo. Entro los ejemplos habituales se encuentran los siguientes:
- Acostado con el vientre descubierto: suele significar confianza y felicidad. El estómago de los animales es la región más delicada de su cuerpo, ya que contiene varios órganos vitales. Si te enseña el vientre es porque confía en que no le harás daño y quiere interactuar contigo.
- Cuerpo arqueado con la cola levantada y erizada: significa que tiene miedo o percibe una amenaza inminente. Esta postura también podría ser una advertencia de ataque.
- Acostado de lado con la cola flexible y las patas estiradas: signo de relajación y tranquilidad. Por lo común, adquieren esta postura en lugares altos, pues la altitud les da la sensación de seguridad y los relaja más.
- Agachado con el cuerpo compacto y los pies estirados debajo de su cuerpo: esta postura significa que está alerta y tiene sus pies listos para correr o escapar si es necesario. También es posible observar que el felino se muestra atento a lo que ocurre a su alrededor.
¿Qué significan las posturas que adopta el gato cuando duerme?
Las posturas que adopta el gato mientras duerme son un poco más confusas, pues a veces su cuerpo adopta posiciones parecidas a cuando está despierto, pero que no siempre significan lo mismo. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Dormir en media luna: usada para resguardar calor y como signo de temor o vulnerabilidad. Al arquear su cuerpo, protegen su vientre (zona vulnerable).
- Dormir en sitios estrechos o con el cuerpo compactado: esta postura significa que se siente amenazado o en peligro. Según un estudio publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science, el estar en lugares estrechos les provee sentimientos de seguridad y los relaja.
- Dormir con el vientre al descubierto: al igual que cuando está despierto, este comportamiento indica confianza y seguridad. No obstante, es importante señalar que en este caso no busca jugar con su tutor, sino solo descansar. Así que no lo acaricies o podría sentirlo como una agresión.
- Dormir con las patas encogidas: esta postura también es conocida como la hogaza de pan y es una de las más curiosas que tienen los felinos. En ella, el gato encoge sus patas, arquea un poco su cuerpo y puede o no mantener la cabeza un poco levantada mientras cierra los ojos (duerme). Significa tranquilidad, descanso y relajación, pero con cierta actitud alerta.
¿Es malo que el gato encoja sus patas cuando duerme?
Es normal pensar que el gato podría sentirse inseguro o con temor cuando encoge sus patas mientras duerme. Sin embargo, su significado es todo lo contrario. Al doblar sus patas y distribuir su peso sobre ellas, se le dificulta reaccionar con rapidez o incluso huir. Por ello, solo adquiere esta postura cuando se siente en confianza y con la seguridad de que no le pasará nada.
Asimismo, el compactar su cuerpo con esta postura le permite resguardar mejor el calor. Esta es la razón por la que en algunas ocasiones se acercan a la ventana que da directo al sol y encogen sus patas para tomar una ligera siesta.
Es importante recalcar que en esta posición el gato no duerme de manera profunda, sino que aún se encuentra alerta y atento a cualquier eventualidad. De preferencia, no lo acaricies, pues tu mascota podría tomarlo como una afrenta, espantarse o atacarte. Dale su tiempo y su espacio, los felinos son bastante buenos para indicar que quieren atención y cariños.
Como te puedes dar cuenta, el entender parte del lenguaje corporal del gato es esencial para mejorar la convivencia en casa. Claro está, en algunos casos las señales no son tan obvias o claras. Sin embargo, con las repeticiones necesarias y el ímpetu por aprender, los tutores se pueden volver excelentes traductores de las posturas felinas. Si aún tienes dudas sobre alguna postura extraña, no dudes en acudir a consulta con un veterinario.
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