Es cierto que, mientras que algunos gatos son hogareños y no conocen otro lugar que su casa, hay mininos que entran y salen a sus anchas por la ventana y solo vuelven al interior de la vivienda para comer, dormir y recibir unos cuantos mimos. Sin embargo, cada vez que nuestro gato desaparece, sentimos preocupación al instante y temor por que no regrese.
¿Qué motiva a los gatos a irse de casa? ¿Hay formas de evitar que nuestra mascota opte por marcharse? A continuación, veremos unas cuantas razones por las cuales estos independientes animales de compañía se van de casa y de qué forma puedes prevenirlo.
1. Curiosidad
La curiosidad es, quizá, el atributo más conocido de los gatos. Son animales exploradores por naturaleza y a muchos les encanta aventurarse en entornos nuevos, olisqueando objetos desconocidos. Es probable que un gato se marche de casa por querer curiosear el vecindario.
A veces regresan al cabo de un par de horas; otras tantas, las aventuras siguen su curso y regresan incluso días más tarde. Sobre este punto, muchas personas se preguntan si los gatos recuerdan el camino. Lo cierto es que los gatos tienen una habilidad de orientación sorprendente.
Por ejemplo, el periódico The New York Times relata cómo, en 1954, en Alemania se realizó uno de los experimentos que probó que la mayoría de los gatos recuerdan el camino a casa. Se liberaron varios felinos en el centro de un laberinto gigante y la mayoría encontró con facilidad la ruta más sencilla para regresar a su hogar.
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2. Celo
Una de las razones más frecuentes de por qué los gatos se van de la casa tiene que ver con su etapa de celo. Las gatas experimentan un impulso hormonal que las lleva a buscar un compañero para aparearse, lo que hace abandonar el hogar a mininas que incluso son muy hogareñas. Esto también ocurre en machos no castrados.
Este comportamiento se puede evitar con la esterilización. Además de impedir que tus gatos escapen, también previene a la aparición de enfermedades en nuestras mascotas, y contribuye a la reducción de la población felina.
3. Dar a luz
Las gatas preñadas suelen esconderse para dar a luz. Esto lo hacen para parir en un lugar seguro y proteger así a sus gatitos recién nacidos. Por lo general, la gata buscará una zona de la casa alejada del bullicio principal, que puede ser un cajón, un armario, un rincón cualquiera en una habitación o debajo de un mueble.
Sin embargo, en algunas oportunidades, las mininas se marchan de casa para buscar ese sitio, sobre todo si no encuentran ningún lugar tranquilo. No es necesario que sea demasiado lejos de casa: puede ser un cobertizo, la cochera o el jardín delantero.
4. Expandir su territorio
Los mininos son territoriales. Aunque lo más probable es que defiendan el área que corresponda a la casa y al jardín de los propietarios, su área o territorio puede ser de hasta 6 kilómetros cuadrados, según los expertos. Estas son unas veinte manzanas.
Por eso, es probable que tu gato se haya marchado de casa con el objetivo de «expandir» su territorio. Quizá quiera conquistar el jardín de la casa del vecino o le interesa algunas áreas del vecindario, como zonas soleadas o verjas altas desde donde poder descansar y observar.
5. Deseos de caza
¿Alguna vez has escuchado el famoso cacareo de los gatos? Suena como «ekekek» y lo hacen mientras miran una presa. Esto ocurre cuando quiere cazar un pequeño animal, pero algo se lo impide.
Los gatos son depredadores naturales. En estado silvestre, esto es lo que les ayuda a sobrevivir.
Los gatos domésticos cazan por instinto y son capaces de comer mamíferos pequeños, aves, insectos, reptiles y más. Después de todo, ¿quién no ha recibido una «ofrenda» a los pies de la cama, como un ratón peludo?
Es probable que un gato, en medio de su caza, se aleje demasiado de su hogar. Esto puede ocurrir durante la persecución de un pájaro o un mamífero pequeño. Lo más probable es que, una vez que finalice su cacería, emprenda el camino a casa.
6. Estrés
El estrés es una respuesta instintiva al sentir un peligro. Consiste en la secreción de adrenalina, lo que genera cambios en el comportamiento del animal. Estos cambios pueden incluir la lucha o la huida. Es por ello que los gatos expuestos a niveles de estrés elevados podrían marcharse.
Algunas de las causas por las cuales un gato puede estresarse son ruidos muy fuertes y situaciones impredecibles, la llegada de una nueva mascota al hogar, un nuevo bebé o algo tan simple como el cambio de lugar de muebles.
Sin embargo, uno de los motivos más frecuentes por los que los gatos se extravían tiene que ver con mudanzas.
En estas situaciones, el nivel de estrés del animal es muy elevado debido a la interrupción de su rutina y la exposición a nuevos olores o sonidos. Es posible que tu gato se escape buscando el camino a la casa anterior.
7. Enfermedad o para morir
Una de las razones más tristes por las que nuestro gato puede escaparse de casa tiene que ver con que está enfermo o se aproxima su muerte. Por supuesto, los gatos no saben a ciencia cierta que se están por morir —o no lo racionalizan—, pero sí perciben que necesitan un entorno seguro debido a que se encuentran más débiles y, por lo tanto, más vulnerables a los depredadores.
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¿Cómo evitar que tu gato se marche de casa?
Hay muchas formas de evitar que un gato se vaya de casa. Si bien algunos gatos tienen una capacidad sorprendente de regresar a su hogar cada día, existen otros mininos que no tienen el sentido de la orientación tan desarrollado. Además, puede ocurrir cualquier imprevisto en el camino a casa que les impida regresar, como una pelea o un accidente.
Algunas precauciones que puedes tomar para evitar que tu gato se escape son las siguientes:
- Esterilízalo. Para evitar que tu gato se escape, no olvides esterilizarlo. Esto reducirá el deseo de los gatos de salir de casa en busca de compañeros de apareamiento.
- ¡Dale amor! Los gatos valoran mucho la seguridad y el afecto. Pasar tiempo de calidad, jugar con él, acariciarlo y proporcionarle un ambiente de atención reducirá la probabilidad de que quiera escapar en busca de compañía.
- Crea un refugio seguro al aire libre. Si quieres que tu gato tenga acceso al exterior, pero no deseas que se aleje demasiado, puedes instalar algún gimnasio para gatos o algún área de juegos y de descanso en tu jardín o en tu balcón.
- Den un paseo con una correa. Si tu gato se siente cómodo con una correa, puedes salir de casa con él por el vecindario. Este entrenamiento le servirá para familiarizarse con el entorno e identificar el área como parte de su territorio.
- Instala un microchip o un collar de seguimiento. La mayoría de sus gatos no se alejan demasiado de su hogar, pero puedes instalar un chip vía subcutánea o un collar con tecnología GPS, por ejemplo, para tener siempre la certeza de dónde está tu minino.
- Mantén cerradas puertas y ventanas. Si tu gato es 100 % hogareño, no dejes abiertas puertas o ventanas por las que se pueda escapar. Esto es importante si vives en edificios o en pisos altos, o si vives en casas linderas a animales peligrosos para el gato, como perros.
- Preséntale el entorno nuevo de forma paulatina. Si te has mudado a un nuevo hogar, ten en cuenta que a tu gato le llevará unos cuantos días adaptarse. Dale su tiempo y espacio para que conozca el nuevo lugar y mantén bloqueadas las salidas para evitar que se escape.
¿Qué pasa si tu gato no ha regresado?
Quizá te estés preguntando por qué tu gato se ha escapado de casa y todavía no ha regresado. Esto puede deberse a varias razones:
- Pelea con otro gato.
- Desorientación del animal.
- Cualquier tipo de accidente en la calle.
- Robo (esto es más común cuando el gato es de alguna raza exótica).
- Detención por parte de personas que creen que el gato está perdido o abandonado y deciden llevárselo consigo.
Si te preguntas cuándo volverá tu gato a casa, lo cierto es que una investigación de Lost Pet Research propone que los gatos tardan, de media, unos 5 a 7,5 días en regresar. Además, no suelen alejarse a mucho más de 6 kilómetros de casa. Por supuesto, esto variará según el caso.
Si tu gato todavía no ha vuelto a casa, ¡no pierdas la fe! Puedes repartir folletos en el vecindario, poner mensajes en grupos de animales perdidos en redes sociales y preguntarle a tus vecinos. También es una buena idea llamar a tu gato por su nombre agitando una bolsa de sus golosinas favoritas.
Por último, si tu minino se ha escapado de casa, existe la creencia de que puedes «pedirles» a gatos callejeros que te ayuden a encontrarlo. Por supuesto, no hay base científica para este método, pero puede ser una forma de mantener la esperanza y el consuelo en este tipo de situaciones.
Evita que tus gatos se marchen de casa
Como ves, hay muchos motivos por los cuales un gato puede irse de casa. Si bien la mayoría de las veces regresan sin ningún inconveniente, es probable que en ocasiones tarden más de la cuenta. Para prevenir esas situaciones, te animamos a que tomes algunas precauciones adicionales.
Recuerda que la seguridad y el bienestar de tus mascotas son una prioridad, por lo que es necesario brindarles un entorno seguro y agradable para ellos. De esa forma, evitarás que se marchen de casa de forma imprevista. ¡Buena suerte!
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